La Pastoral de los centros educativos se convierte en una misión a la que estamos llamados todos los educadores cristianos. Este cometido consiste en dar respuesta a un don, que se hace efectivo en el momento en el que cada uno de nosotros, educadores, convertimos nuestra labor educativa en mensaje, que llega hecho vida a cada alumno.

La importancia de la Pastoral reside precisamente ahí, en todos y cada uno de nuestros alumnos, cuya educación pasa por nuestras manos, y en la que no separamos aprendizajes de fe, ni actividades de estilo de vida. Educamos en el lenguaje del amor, en el lenguaje del Evangelio, que no entiende de modas, que nunca caduca, que siempre se adapta, que está vivo.

La Pastoral nos hace diferentes, nos da un sello de identidad, marcado en nuestro caso por el carisma vicenciano. No somos cualquier centro, somos plataforma de evangelización. Y no somos educadores cualquiera, somos sembradores, que a lo largo del proceso educativo de nuestros alumnos, plantamos semillas de fe y vida, las regamos y las cuidamos.

Pastoral no son actividades, fechas, ni eventos…

Pastoral es un estilo educativo, es la transmisión de los valores del Evangelio a través de una forma de vida…

Pastoral es cada día, cada momento, en cada rincón de nuestro centro…

Pastoral es formación y celebración, pero también es experiencia compartida, atención personalizada, una sonrisa, una mano tendida…

Pastoral es algo que se respira en el ambiente….