Finalmente este año  Jesús no nace en Belén. Es nuestra manera de manifestar nuestro deseo ferviente de que el mensaje de esperanza de la Navidad llegue a todos los rincones de la Tierra, sea cual sea su cultura y su situación. Sabemos cómo está el mundo, sabemos que carece de esa paz, amor, alegría y esperanza que nos ha servido hoy de guía en forma de wifi. Pero, como educadores, confiamos en que nuestros niños aprenderán a vivir y difundir estos valores y que, cuando sean adultos, lucharán por hacer de este mundo ese lugar mejor con que hemos soñado hoy, aquí. Con este deseo nos despedimos hoy deseándoles Feliz Navidad y felices vacaciones.