Del sueño a la realidad

Este puede ser el título de la vida de San Vicente y Santa Luisa.

Hace 400 años Vicente de Paúl, en una de sus misiones dijo: “en mis visitas, he visto niños ignorantes, y la ignorancia es un esclavitud”

Entonces Vicente de Paúl, pide a Luisa de Marillac que funde una escuela parroquial donde pueda ayudar a los niños a salir de esta miseria física y espiritual.

Pero eso no es todo: le pide también que forme  a algunas jóvenes para que puedan continuar ellas, la labor de entrega y dedicación a los más desfavorecidos. Es así como Santa Luisa, funda la primera escuela parroquial y decide dedicarse en cuerpo y alma a Dios, a los pobres y a la formación de estas jóvenes que puedan continuar su misión.

 De esta forma, el sueño de Vicente de Paúl empieza a  hacerse realidad; y nace la escuela Vicenciana, una escuela que continúa en el 2017.

Hoy, podemos decir que, aunque han pasado 400 años, el sueño de San Vicente sigue vivo: la escuela vicenciana sigue teniendo como prioridad la formación física, intelectual y espiritual de los jóvenes; la formación en valores y la acción solidaria es algo muy valioso en nuestra escuela.